Habrá "Niño" en Centroamérica y sus afectaciones para la región serán escenarios en los que habrá una leve escasez de lluvia y una prolongación del período de la canícula (julio y agosto de cada año). Esas son las principales conclusiones a que llegó un grupo de meteorólogos del istmo, Sudamérica y el Caribe reunidos en Managua.
Según Patricia Ramírez, representante del Comité Regional de Recursos Hídricos (CRRH), los especialistas estuvieron analizando información meteorológica para el primer ciclo lluvioso que abarca el período de mayo, junio y julio de este año y con esos datos han planteado sus observaciones.
“Los análisis que hemos estudiado nos reflejan que el fenómeno de El Niño podría presentarse de manera moderada en las temperaturas del océano pacífico ecuatorial, eso quiere decir que la temperatura podría incrementar entre 0.5 y 1 grado sobre el nivel de la superficie”, señaló Ramírez.
A pesar de ello, la especialista enfatizó que este tipo de proyecciones no puede tomarse como una sentencia definitiva sobre el verdadero impacto que podría generar el fenómeno para cada país.
Escenario nacional
“Son proyecciones que las tiene que trabajar cada país, no se puede determinar si el impacto será leve, mayor o menor, esos son escenarios propios a cada contexto”, dijo Ramírez.
En el caso de Nicaragua las proyecciones emitidas por los especialistas plantean que la franja occidental (departamentos de León y Chinandega), una parte de la zona norte y la Región Autónoma del Caribe Sur presentarán un escenario en el que las precipitaciones estarán por debajo de lo normal.
El otro escenario es el llamado de condiciones “normales”, que abarca las zonas del pacífico central Managua, la meseta de los pueblos, Masaya, Granada, Carazo y la región central del país, los departamentos de Boaco, Chontales y la parte sur de Río San Juan.
Al ser consultado, Marcio Baca, director de Meteorología del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), evitó referirse a cuál sería el impacto de estas proyecciones en el país, pero señaló escuetamente que el Gobierno estará iniciando una evaluación de los posibles daños para esas zonas.
“Cierto, en nuestra temporada (de lluvia) hay un área que es normalmente seca, e indudablemente que es la zona más frágil cuando se empieza a tener este tipo de eventos y es a la que se le está prestando mayor atención y en la que se están definiendo los planes para reducir los posibles efectos que se podrían tener”, dijo Baca.
No obstante, durante su intervención en las mesas técnicas de especialistas, Mariano Gutiérrez, director técnico de Meteorología de Ineter, definió como el 20 de mayo la fecha en que iniciaría el período de lluvias en Nicaragua.
“A pesar de estos déficit de lluvia planteados en los escenarios para Nicaragua, hemos considerado que no serán tan drásticos, que no podrían ser tan severos en el desarrollo de los cultivos para esa zona de occidente”, precisó Gutiérrez.