El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, anunció ayer que en “los próximos días” serán sacados a las calles tres batallones de reacción inmediata para contener la violencia que generan las pandillas.
“Nuestra Fuerza Armada hará, a partir de los próximos días, el despliegue de fuerzas especiales de reacción que apoyarán a la policía a garantizar a nuestra gente ese ambiente indispensable para una vida segura”, dijo el presidente durante la conmemoración del 191 aniversario de fundación de la Fuerza Armada.
Para el gobernante, el desarrollo del país “no es posible sin garantizar la seguridad ciudadana”, por lo que llamó a todos los sectores del país a trabajar “en una gran unión nacional” en contra de la violencia.
600 EFECTIVOS
De acuerdo al ministro de Defensa, general David Munguía Payés, los tres batallones de reacción inmediata serán conformados cada uno por unos 200 efectivos, la mayoría pertenecientes a unidades de élite de la Fuerza Armada como el Comando de Fuerzas Especiales.
Según Munguía, los batallones efectuarán su labor en medio centenar de lugares previamente identificados como de alta peligrosidad por el accionar de pandillas, aunque no los identificó.
Además de los tres batallones de reacción inmediata, la Fuerza Armada ha desplegado en las calles a otros 7,000 soldados, muchos de los cuales apoyan a la policía en labores de seguridad pública, pero también lo hacen vigilando los perímetros de cárceles o en pasos ilegales en la zona fronteriza para evitar el ingreso de armas o drogas.
De acuerdo a cifras oficiales, 23 policías y seis militares han muerto en lo que va del año a manos de las pandillas, mientras las víctimas de la violencia totalizaron 1,194 entre el 1 de enero y el 5 de abril.
Las autoridades calculan que en el país hay unos 70,000 pandilleros, de los cuales 12,851 se encuentran presos y otros 60,000 siguen en las calles, generando en parte la ola de violencia que golpea al país.
En 2014 se registraron 3,942 homicidios en El Salvador, equivalente a 68.6 homicidios por cada 100,000 habitantes.
En las semanas recientes, las autoridades salvadoreñas también han trabajado en el traslado de cientos de pandilleros a cárceles de máxima seguridad.