No hace falta vivir en las gélidas espesuras del norte de Europa para presumir de una de las singularidades faciales más fascinantes que conocemos: la barba indomable que se pasa los pigmentos capilares por el arco del triunfo. Seguro que conoces a hombres que tienen el cabello oscuro y que a los que a la altura de las patillas les nace una extraña pelusilla de color cobrizo que nadie es capaz de explicar. Pero, ¿es que acaso Xabi Alonso, Michael Fassbender o Pablo Motos se tiñen el pelo para cubrir su color original y se dejan la barba intacta? No, en absoluto.
Para explicar este inusual fenómeno que solo ocurre en los hombres de raza caucásica debemos acudir a la ciencia.
Los morenos tienen más cantidad de eumelanina (pigmento marrón) en sus células capilares que las personas rubias.
Los pelirrojos, en cambio, tienen principalmente fenomelanina (pigmento rojo). Hasta ahí, todo en orden. Pero en los hombres con el pelo oscuro y la barba pelirroja encontramos una excepción, según explica la revista GQ.
Hace diez años unos investigadores estadounidenses descubrieron que el gen MC1R tenía la culpa de todo: concretamente el cromosoma 16. Al parecer, cuando uno hereda dos versiones mutadas del gen MC1R (uno de cada padre) se produce una proteína llamada melacortina 1, que convierte la feomelanina en eumelanina. Así nacen los pelirrojos.
Lo que ocurre con los hombres morenos con barbas pelirrojas es que solo han heredado uno de esos genes MC1R mutados, por eso el pelo cobrizo nace solo en determinados lugares, como la barba, las axilas o la cejas. Así que no, no hay nada marciano ni patológico en tener la barba de un color y el cabello de otro.