Hillary Clinton los sufrió el año pasado, Emmanuel Macron el viernes. Los ataques informáticos se inmiscuyen cada vez más en las campañas electorales y amenazan los próximos comicios en Reino Unido y Alemania, donde ya se organiza la vigilancia.
El viernes por la noche, justo antes del final de la campaña presidencial francesa, varios gigas de documentos internos del entorno del candidato de ¡En Marcha!, fueron publicados en las redes sociales.
La operación, bautizada “MacronLeaks” por la página web WikiLeaks, fue rápidamente denunciada por el equipo del candidato centrista como una tentativa de “desestabilización democrática, como ya ocurrió en Estados Unidos durante la última campaña presidencial”.
La inteligencia norteamericana acusó entonces a Rusia de haber interferido en la elección presidencial para favorecer a Donald Trump, sobre todo pirateando al partido demócrata de Hillary Clinton.
La multiplicación de estos ataques informáticos a gran escala plantea la cuestión de la seguridad para las próximas grandes citas electorales, las legislativas de Reino Unido el 8 de junio y el 24 de septiembre en Alemania.
El Reino Unido en 'estado de alerta'
Para el experto en ciberseguridad Ewan Lawson, del centro de investigaciones Royal United Services Institute, la posibilidad de que un ataque perturbe las elecciones británicas no es nada “irreal”.
“Podemos pensar, de forma razonable, que habrá robos de datos o fugas”, declaró. Además señaló la vulnerabilidad de los sistemas informáticos de los partidos políticos.
“Normalmente están desprovistos de sistemas de ciberseguridad sólidos, simplemente porque no son (empresas) y no tiene tanto dinero para destinar a esto”.
Para contrarrestar la amenaza, Reino Unido se equipó en febrero con una nueva herramienta: la National Cyber Security Centre (NCSC), para proteger al país contra estas operaciones, orquestadas sobre todo desde Rusia.
“Es indiscutible que asistimos, desde hace dos años, a un aumento de los ciberataques contra Occidente por parte de Rusia”, afirmó hace un tiempo el jefe de NCSC, Ciaran Martin, que más recientemente prometió dotar de recursos complementarios para asegurar la protección de las legislativas.
“Es un acontecimiento de importancia nacional, estamos en estado de alerta”, declaró al Sunday Times.
El pasado mes de abril, el NCSC invitó a los partidos políticos británicos a unos seminarios de ciberseguridad para ayudarlos a poner en marcha los dispositivos más pertinentes de cara a las legislativas.
“La cuestión no es saber qué hay que hacer una vez que llegue, sino tomar las medidas necesarias para que nadie interfiera en nuestro proceso electoral”, señaló el martes la primera ministra Theresa May.
'Desafío internacional'
El problema se plantea en términos similares en Alemania, donde también fue anunciada en octubre la creación de un ciberdepartamento.
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“Los indicios de tentativas para influir en las elecciones legislativas se multiplican” indicó el jueves Hans-Georg Maassen, presidente de la Oficina de Protección de la Constitución Alemana, el equivalente a la inteligencia interna, poniendo así en tela de juicio al Kremlin.
Maassen recordó que el candidato socialdemócrata para las legislativas de septiembre, Martin Schulz, fue víctima de una campaña de desinformación que afirmaba que su padre había sido comandante en un campo de concentración.
Otros ataques informáticos de envergadura y campañas de noticias falsas han perjudicado al país. Los ataques informáticos de los router del Deutsche Telekom, la supuesta violación de una adolescente franco-rusa por migrantes, un ataque con caballo de Troya contra el Bundestag...
Los medios alemanes sospechan particularmente de Moscú, que busca influenciar en la vida política alemana a través de los 3.2 millones de ciudadanos de las antiguas repúblicas soviéticas que llegaron a Alemania después de la caída del bloque del Este, y que disponen, en su mayoría, de nacionalidad alemana.