Aproximadamente hace un mes circuló en redes sociales el caso de una mujer en Estados Unidos que quedó embarazada pocos meses después de utilizar un Dispositivo Intrauterino (DIU) como método anticonceptivo. El mismo fue hallado a la par de la placenta y la foto del bebé con el dispositivo en la mano le dio la vuelta al mundo. Ante este hecho, son muchas las preguntas que se hacen las mujeres sobre la confiabilidad de este método: ¿Es realmente esto posible? ¿En qué condiciones puede fallar? ¿Cómo pueden las mujeres identificar si algo no anda bien?
Probabilidades
Para aclarar dudas, la ginecobstetra Scarleth Solís refiere que el porcentaje de efectividad del dispositivo DIU o llamado también T de cobre es del 99.7%, sin embargo señala que este tiene un riesgo de expulsión del 3% en cualquier mujer. Cabe resaltar, que no todas las mujeres son candidatas para el dispositivo, pues antes de colocarlo, se debe hacer un ultrasonido previo para medir el tamaño del útero y la cavidad endometrial, ante esto; “si los úteros son grandes podrían expulsar el dispositivo”, dice Solís.
Una vez ya puesto el DIU, la paciente debe estar atenta para verificar que no lo haya expulsado, si eso sucede, suele aparecer un poco de dolor, como una contracción, y añade la especialista que cada vez que se vaya al baño habrá que revisar si el dispositivo está en su lugar. Muy importante, expresa Solís, es que el primer mes tras haber sido colocado, es el que supone mayor riesgo de expulsión, es decir, que vea que no quede en el fondo del útero, sino que este haga algún tipo de contracción que lo mueva hacia el canal vaginal.
Si se da una expulsión parcial, puede que no haya ningún síntoma, por lo que en ese caso es determinante hacerse los ultrasonidos de control. La recomendación además, es que durante el primer mes se utilice algún otro dispositivo de barrera, como el condón.
El DIU es un dispositivo anticonceptivo que consiste en una pieza de material plástico (en forma de T) que se coloca en el interior del útero e impide el anidamiento del óvulo fecundado. Hay dispositivos que se adaptan a la anatomía de la mujer, si ha tenido o no hijos, por lo que la recomendación es que el especialista en el tema haga el ultrasonido antes y después, para determinar el que mejor se adapte.