El general Manuel Antonio Noriega muere en momentos en que la población panameña está pendiente de conocer detalles de los actos de corrupción de algunos funcionarios del anterior Gobierno de Panamá, quienes habrían recibido sobornos de la empresa brasileña Odebrecht.
Noriega gobernó Panamá entre 1984 y 1989 de una forma represiva, hasta que Estados Unidos invadió militarmente ese país, lo detuvieron y lo llevaron para enjuiciarlo. “Desde 1986 hasta la intervención militar de 1989, Noriega enfrentó protestas en las calles casi todos los días”, recuerda James Aparicio, entrevistado por El Nuevo Diario.
Aparicio entrevistó a Noriega días después de un intento de golpe de Estado antes de la intervención norteamericana en 1989. Dirige el diario Metro Libre y el diario digital ZETA, fue director de La Estrella de Panamá y corresponsal de la Agence France Press en Panamá.
Tras la caída de Noriega, “en Panamá ya no hay Ejército, hay una Policía Civil no militarizada bajo el control de los civiles, del presidente de la República… Los rangos militares desaparecieron en Panamá, ahora el máximo rango es comisionado, no hay rangos de general”, explica el periodista.
¿Cómo han tomado los panameños la noticia de la muerte de Noriega? ¿Hay sentimientos encontrados en la población?
Hay sentimientos encontrados, porque los panameños esperaban que él revelara los secretos que manejaba, y Noriega desde que se entregó a las tropas norteamericanas nunca reveló los secretos, quién era corrupto, quién era del narcotráfico, cuáles eran las operaciones de Estados Unidos en Centroamérica, quiénes eran los responsables de los crímenes de Estado, nunca reveló un solo secreto ni en Estados Unidos, ni en Francia, ni en Panamá.
Él cierra un capítulo en donde quedan muchas preguntas y la mayoría de los protagonistas de esa época han estado falleciendo. El expresidente Guillermo Endara, que fue el que asumió el poder después de la invasión, el exvicepresidente Ricardo Arias Calderón, el exvicepresidente Guillermo Ford, que son los que llegaron al poder cuando Noriega estaba arrestado y Estados Unidos invadió a Panamá.
¿Cómo fue el ascenso al poder del general Noriega?
Manuel Antonio Noriega fue parte de una generación de militares panameños que venían de los barrios pobres, de la clase media baja y que participaron en un golpe militar en el año 1968 que derrocó al gobierno del doctor Arnulfo Arias Madrid. El golpe militar se dio en el contexto de la Guerra Fría, y en América Latina había toda una corriente de movimientos subversivos, guerrilleros armados y una intervención muy fuerte de Estados Unidos. En Panamá, en particular, el contexto era de corrupción de la clase política que nosotros llamamos la oligarquía, y la aparición de movimientos insurgentes, porque en Panamá hubo varios movimientos armados. Todo ese contexto y las decisiones que tomó el gobierno del doctor Arnulfo Arias derivaron en un golpe militar.
¿Cómo logró sobresalir Noriega de ese grupo de militares?
Noriega se hizo importante en esa generación de generales jóvenes que encabeza el general Omar Torrijos cuando en 1961 militares más de la derecha, más radicales y conservadores, intentaron derrotar al general Torrijos que se encontraba en México. Fue Noriega el que puso las tropas en la frontera con Costa Rica para evitarlo. Así se ganó el favor de Torrijos, quien lo nombró jefe de la Inteligencia, en ese entonces de la Guardia Nacional, desde 1971 hasta 1984. Luego asumió el cargo de jefe del Ejército. Hay que recordar que en Panamá había un régimen cívico militar controlado por civiles y militares. Cuando Noriega llegó al poder en 1984, el candidato de los militares perdió las elecciones y hubo un fraude electoral. A partir de allí comenzó un deterioro del grupo que estaba en el poder.
¿Fue entonces cuando comenzó la crisis?
Noriega entró en crisis primero porque el coronel Roberto Díaz Herrera, el segundo al mando y pariente del general Torrijos que había fallecido en 1981, acusó a Noriega de narcotráfico, de ser parte del fraude electoral, y eso coincidió con las acusaciones de Estados Unidos que vincularon a Noriega con el narcotráfico. Desde 1986 hasta la intervención militar de 1989, Noriega enfrentó protestas en las calles casi todos los días, muy parecido a lo que está ocurriendo en Venezuela. Hasta que Estados Unidos intervino militarmente y en menos de 24 horas, con todo su poderío, utilizando la última tecnología de guerra, ellos sofocaron al Ejército y controlaron el país. Recordemos que cuando a Noriega lo toma Estados Unidos y se lo lleva, en Panamá todavía existían una cantidad de bases militares (norteamericanas) en la provincia de Panamá y Colón, inclusive en la ciudad capital había dos bases militares. Estados Unidos pudo arrestar a Noriega cuando quería, inclusive cuando se da el golpe militar del 3 de octubre de 1989, los alzados tenían a Noriega arrestado, se lo ofrecieron a Estados Unidos y ellos lo rechazaron. Noriega revirtió el golpe, pero es que Estados Unidos ya tenía preparada la invasión militar.
¿Cuál fue el papel de Noriega mientras Nicaragua estaba en guerra?
Siempre se dijo que los problemas de Noriega comenzaron cuando Estados Unidos le propuso que se usara a Panamá como una base de los contras para atacar al Gobierno sandinista, y que Noriega se opuso. Entonces, esa oposición le valió que Estados Unidos revelara todo lo que conocía de él. Hay que recordar que cuando se da la guerra contra Somoza, el general Torrijos fue clave en el apoyo al Frente Sandinista, sobre todo en los años 76, 77 y 78. Inclusive, hubo brigadas de voluntarios panameños apoyadas por el general Torrijos que fueron a Nicaragua en el Frente Sur.
¿Cuáles eran los métodos de represión de Noriega?
La represión, cuando Noriega estuvo en el poder, del 84 al 89 fue fundamentalmente el arresto de opositores, la persecución de opositores y la represión de las protestas cívicas que había en las calles. Pero a Noriega, como jefe de la Inteligencia Militar se le responsabilizó de una cantidad de muertes que hubo desde 1971 hasta 1989. Por ejemplo, la desaparición y muerte del sacerdote colombiano Héctor Gallegos, la muerte de Hugo Spadafora, que también combatió en Nicaragua, de quien apareció el cuerpo y nunca apareció la cabeza.
¿Quedaron demostrados en algún momento los crímenes que cometió Noriega?
En Estados Unidos hubo un juicio y hubo testigos. Nunca va a quedar claro si esas operaciones que realizaba Noriega eran con otros militares, con otros civiles, o si era parte de un acuerdo con Estados Unidos. Lo que sí es cierto es que los carteles de Medellín y de Cali vieron en Panamá por su economía transnacional y abierta, un campo para operar en la zona libre de Colón, en el centro financiero internacional, y cuando Noriega es arrestado, la prensa local reveló que inclusive Pablo Escobar tenía documentos de nacionalidad panameña. Se sospecha que Noriega tenía el control de quién entraba y quién no, y eso permitía tener un índice de delitos bajos en el país, pero todos los juicios fueron en Estados Unidos. A Noriega le tenían casos en Panamá, pero era por violación a los derechos humanos y asesinato.
¿Por qué se dice que era doble agente?
Porque él mismo lo dijo y lo dijo Estados Unidos. Trabajaba para la CIA y era el jefe de la Inteligencia Militar panameña. Fue reclutado por el presidente George Bush, que fue el mismo que ordenó la invasión a Panamá.
¿Hubo algún cambio en Panamá después del régimen de Noriega?
En Panamá ya no hay Ejército, hay una Policía Civil no militarizada bajo el control de los civiles, del presidente de la República, y hay una unidad élite que se llama el Servicio Nacional de Fronteras, que está entrenada para combatir los problemas que se produzcan en la frontera, pero que no tiene rango de Ejército. Inclusive, los rangos militares desaparecieron en Panamá, ahora el máximo rango es comisionado, no hay rangos de general.
¿Qué otras características podrían describir a Noriega?
Como hombre de la inteligencia no se conocía mucho de lo que hacía. Tenía apoyo en el PRD (Partido Revolucionario Democrático), el partido ahora de la oposición; todavía hay gente en el PRD que lo recuerda con respeto. Y algo interesante, cuando regresó de Francia, gran número de aquellos que Noriega persiguió se reconciliaron con Noriega, inclusive pidieron que le dieran casa por cárcel, porque ya estaba muy enfermo.
¿Eso por qué?
Porque el panameño tiene la particularidad de perdonar, inclusive, después que se da la intervención militar norteamericana, que el país estaba fraccionado, el panameño volvió y se unió y perdonó. Esa es una característica del panameño, no se guarda los rencores para toda la vida.
¿Cuándo fue la última vez que usted habló con él?
En 1989, después del intento del golpe del 3 de octubre, como el 20 de octubre de 1989, yo le llegué a realizar once entrevistas a solas y lo interesante de Noriega es que se preparaba, era culto, siempre tenía respuestas muy elaboradas; hablamos de política internacional, de política doméstica, de su salida del poder, el futuro de Panamá, el canal de Panamá, las tropas norteamericanas.
Entonces, ¿no hay ninguna repercusión con la muerte del exdictador?
Ninguna repercusión. Los panameños hoy estamos más preocupados y más ansiosos de que se conozcan todos los secretos de los actos de corrupción del pasado Gobierno de Panamá y del dinero que pagó Odebrecht para ganarse miles y miles de dólares en licitaciones públicas. El panameño más bien quiere que esta marea pase rápido, para que no se convierta en una cortina de humo.