Alrededor de 145 kilómetros de cauces cruzan la capital y la dividen en varias secciones, dejando a la población en riesgo ante las fuertes escorrentías que bajan desde la parte alta de Managua hasta el lago Xolotlán.
Martha Cinco, habitante de Villa Canadá sureste, tiene 18 años de habitar la comunidad, incluso antes de haber sido recubierto el cauce 31 de Diciembre, considerado el que tiene mayor capacidad de captación de volumen de agua.
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“Ya estamos acostumbrados. Antes era feo porque era una enorme zanja llena de monte y se llenaba cuando llovía, pero ahora que está recubierto no veo problemas. Aunque, de vez en cuando, algún vehículo choca contra las columnas de concreto, pero hasta el momento no ha caído. Aunque sería mejor que lo taparan”, valora Cinco.
Cinco representa a una habitante del 44% de los asentamientos humanos que en Managua se encuentran a orilla de un cauce, de acuerdo al Censo de Asentamientos del Pacífico Urbano de Nicaragua realizado en 2015 por la organización Techo.
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Posición geográfica
El arquitecto Gerald Pentzke, que durante la administración del edil Dionisio Marenco fue director de proyecto en la Alcaldía de Managua (ALMA), señala que la posición geográfica de Managua ha incidido y generado graves problemas que se han acrecentado por la urbanización y la impermeabilización de la Cuenca Sur.
“Uno de los canales de drenaje que mayor volumen de agua puede absorber es el 31 de Diciembre, que actualmente está controlado, sin embargo el que históricamente ha dado mayores problemas y que aún sigue provocando estragos es el cauce Oriental, este tiene varios afluentes y se unen en la salida del bulevard Don Bosco”, señala Pentzke.
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El cauce Oriental mide aproximadamente 8.6 kilómetros y cruza sobre una docena de barrios en Managua. Nace en San Isidro de la Cruz Verde, al sur de Managua, pero sus aguas se unen con el cauce Interceptor San Juan y con las corrientes que bajan por el reparto Schick, la Proyecto Piloto y El Dorado.
Al extremo este de la capital se encuentra El Borbollón, es el de mayor longitud con 9.7 kilómetros de canal que drena las escorrentías que bajan desde la comunidad de Esquipulas, pero la mayor parte de su recorrido pasa por zonas despobladas y actualmente se hacen mejoras para reducir el impacto del invierno en puntos como Ciudad Belén, así como los barrios Monte Fresco y Santa Elena. A pesar de ello, genera graves problemas a la ciudad.
El cuarto cauce de importancia es el Interceptor Tiscapa, formado por la confluencia del cauce de Jocote Dulce y Los Duartes y atraviesa algunas de las zonas más pobladas de Managua. Este desemboca en la laguna de Tiscapa. Ubicado en el centro de la capital, ha mostrado su fuerza en varias ocasiones, incluyendo en mayo de este año cuando se desbordó e inundó un segmento del mercado Roberto Huembes, llevándose canastos completos de frutas, verduras e inundando establecimientos comerciales.
En esta zona la municipalidad trabaja en el drenaje y se desarrolla un proyecto para la construcción de un cauce recubierto que desviará las aguas hasta el lago Xolotlán.
El quinto cauce es el Occidental que tiene un recorrido de 8.8 kilómetros y baja desde la zona del barrio Ayapal, pasa por Batahola, colonia Independencia, El Zumen, Altagracia, El Carmen, Monseñor Lezcano hasta llegar a Acahualinca.
Bertha Blandón, han aprendido a vivir con estos canales abiertos, aunque reconoce que son un peligro principalmente para la niñez. “Aquí hay dos escuelitas, una pública y otra privada y ahí juegan a las orillas y en algún momento puede caer alguno. Acá se ha ido uno que otra persona en estado de ebriedad que han sido rescatados”, dijo Blandón señalando el profundo cauce 31 de Diciembre de aproximadamente 40 metros de ancho.
Cauces naturales
El arquitecto Pentzke destaca que Managua se construyó sobre cauces naturales que con el paso del tiempo se han venido revistiendo, pero las escorrentías siguen siendo un problema urbano cada vez que llueve.
Durante su informe ante el Concejo municipal, el secretario general de la Alcaldía de Managua (ALMA), Fidel Moreno, comparó a la ciudad de Managua con una enorme represa que fue creciendo y se interpuso entre la bajada de las aguas y el lago.
Indicó que era importante recordar que la subcuenca Sur, en la zona de El Crucero, alcanza los 928 metros sobre el nivel del mar, mientras la parte más baja excede los 100 metros, haciendo que la pendiente del terreno incremente la velocidad de las aguas y el impacto sea mayor.
Moreno apuntó que se vienen haciendo mejoras paulatinas en el drenaje y un proyecto fuerte es la construcción de un túnel entre Las Piedrecitas y el lago Xolotlán; el segundo es el túnel de la micropresa Los Guachos hacia el lago. Además a las actuales 23 micropresas se agregarán dos en la zona llamada Las Maravillas y Camino del Río, para reducir el caudal del cauce El Borbollón.