Cuando parecía haber tocado fondo, el Chapecoense despertó la semana pasada y arrancó un valioso empate ante el temible Flamengo (0-0) con el que ahora se plantará en Rio dispuesto a arrebatarle el boleto a cuartos en su carrera por defender su título de la Copa Sudamericana.
Que este torneo es muy especial para el 'Furacao' es algo que nadie duda si se echa un rápido vistazo a la historia de este modesto club del sur de Brasil. En apenas unos meses, el Chapecoense pasó de ser un equipo casi desconocido a clasificarse para una final continental, antes de protagonizar una de las peores tragedias del deporte mundial, todo con la Sudamericana de fondo.
Y en el intenso año de su reconstrucción las emociones se han disparado. Ante un Arena Condá que vive apasionadamente las tardes internacionales, la 'Chape' se salvó in extermis ante el Defensa y Justicia en octavos y el pasado miércoles levantó cabeza frente al Flamengo con un gran Alan Ruschel en el día de su regreso a un partido oficial.
Superviviente de la tragedia en la que murieron 71 personas, el milagro del centrocampista que hace diez meses estuvo al borde de la muerte alentó a un equipo que venía de destituir a su segundo técnico de la temporada después de tres derrotas seguidas y hundido en los puestos de descenso.
Ese empate ante el 'Fla' que pocos esperaban fue el trampolín para saltar el domingo de la zona roja tras otra sorprendente victoria contra el Gremio en liga, y para atreverse a soñar con doblegar en casa al poderoso 'Mengao'.
Pese a las importantes bajas del argentino Canteros por lesión y del sancionado Reinaldo, el Chapecoense se siente fuerte.
"El ambiente que vivimos hoy es de confianza y vamos allí en busca de la victoria. No sirve buscar el empate, hay que ir a por la victoria. El equipo está centrado y nuestro objetivo es ganar", afirmó el volante Moisés Ribeiro al sitio GloboEsporte.
La batalla, sin embargo, se anuncia durísima ante un 'Mengao' que, lejos de la lucha por el Brasileirao, quiere llenar con dos Copas el vacío que le dejó su dolorosa, y temprana, eliminación de la Libertadores.
A una semana de decidir la final de la Copa de Brasil, los de Reinaldo Rueda recuperaron el pulso con su victoria del domingo ante el Sport, que no solo calmó los ánimos en el popular club carioca tras dos malas actuaciones, sino que supuso el reencuentro con el gol de su estrella peruana Paolo Guerrero tras seis partidos de sequía.
Con su fuerza máxima y necesidad de resarcirse de su apática imagen en Chapecó, todas las energías del 'Fla' están puestas ahora en no perder la concentración para triunfar en ambas competiciones.
"Si decimos que no pensamos en la final [de la Copa de Brasil], estamos mintiendo, pero todos los partidos son importantes", confesó el defensa Rohdolfo en rueda de prensa.
"Por eso, el foco está totalmente en el Chapecoense porque si perdemos ese partido y somos eliminados, la presión será mayor el sábado y en la final. Cada partido es una final", añadió.