Entre el 1 de enero y el 9 de octubre de este año, se han reportado 782 muertes neonatales, un incremento del 5.2% en relación con el mismo período del año pasado, cuando se reportó 693 recién nacidos fallecidos. Estos datos fueron publicados por el Ministerio de Salud (Minsa) en el más reciente informe del Boletín Epidemiológico semanal.
Una de las causas principales de muerte neonatal es la prematurez. “Muchos niños están naciendo prematuros en el país”, afirmó la doctora Erika Escobar, especialista en neonatología, quien además precisó que las primerizas, adolescentes o mujeres mayores son las más vulnerables a tener este tipo de complicaciones.
Según los registros oficiales del Minsa, unas 1,166 mujeres embarazadas fueron atendidas en las unidades de salud por partos prematuros, trabajos de parto prolongado y hemorragias postparto. La tasa de prematurez en Nicaragua es de 4.2% por cada 10,000 embarazos.
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La neonatóloga sostuvo que para el tratamiento de los embarazos con riesgo de prematurez se utiliza la “maduración pulmonar”, un medicamento que se le inyecta a la madre para evitar que la dificultad respiratoria sea mayor cuando el niño nazca y reducir el riesgo de una muerte neonatal.
“Las medidas son evitar el nacimiento prematuro con controles prenatales”, precisó Escobar, refiriéndose a que en el país muchas mujeres no asisten a las consultas durante el embarazo, lo que impide que los especialistas puedan detectar a tiempo estas complicaciones.
Otras causas
La dificultad respiratoria y las infecciones en los recién nacidos son las principales causas de muerte neonatal en Nicaragua. Estas están dentro de la lista de las 15 principales causas de defunción a nivel nacional, de acuerdo con los datos del Mapa de Padecimientos del Minsa. En total, estos dos padecimientos causaron la muerte de 513 bebés recién nacidos el año pasado.
Existen otros factores de riesgo para la muerte neonatal, como la asfixia o falta de oxígeno al nacer y los traumatismos en el parto, que en conjunto con las otras causas mencionadas anteriormente, explican casi el 80% de fallecimientos entre los niños recién nacidos, de acuerdo con la información publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el caso de las infecciones conocidas también como sepsis bacterianas, estas son transmitidas de la madre al bebé por medio de la placenta, sangre o líquido amniótico y estas afectan la sangre del niño, provocándole fiebres, cansancio y vómitos al momento de nacer, explicó la neonatóloga Escobar.
Las infecciones en las embarazadas, más comunes, son las que afectan las vías genitourinarias. De acuerdo con las estadísticas del Minsa, en 2016 se atendieron a 5,695 mujeres embarazadas por esta causa. Usualmente, estas persisten durante el embarazo porque las madres no las detectan a tiempo o no toman el tratamiento completo.
La sepsis bacteriana es una infección que el bebé adquiere de la madre. La mamá puede tener una infección urinaria y las bacterias entran a través de la placenta, sangre o líquido amniótico e infecta la sangre del bebé.
En Nicaragua la tasa de muerte neonatal es de 9 por cada 1,000 nacidos vivos, lo que representa una reducción del 50% en comparación con la década anterior, cuando se reportaban 18 fallecidos por cada 1,000 nacidos, según reportes del Gobierno en mayo de este año.
Prevención es esencial
No obstante, tanto la prematurez como las infecciones pueden ser detectadas a tiempo si las madres asisten a las consultas durante el embarazo y siguen las instrucciones del médico, señaló Escobar.
“Lo que pasa es que muchas mamás tienen los síntomas y no van a consulta o si se les manda el tratamiento se lo toman de forma incompleta y después el bebé viene con las complicaciones”, agregó.