En una antigua casa del barrio Santa Julia en Managua del año 1992 surgió un negocio familiar. Estaba compuesto por dos vetustas vitrinas en que a lo lejos se apreciaban básicos artículos ferreteros. Era el sexto negocio de Donaldo Sánchez Romero, un nicaragüense visionario que no se conformó con poco; pero tampoco aspiraba llegar a tener el negocio más reconocido en el mundo ferretero nicaragüense y un atractivo para empresas internacionales. Tras 25 años, ese negocio continúa siendo Ferretería Jenny, pero ahora más grande y con una consolidación inigualable.
En entrevista con EL NUEVO DIARIO, el gerente general y fundador de Ferretería Jenny comparte el éxito que ha alcanzado la marca en un país tan competitivo.
¿Por qué una ferretería?
Tenía varios negocios pequeños, pero siempre estaba inquieto en ingresar al mundo ferretero por todo el crecimiento que se esperaba en Nicaragua. Para mí fue toda una aventura, no sabía absolutamente nada de ferretería, probé con 3 empleados y una inversión sumamente pequeña.
Soy mercadotécnico. A comienzos de los años 90 había buena proyección en el sector construcción y que evidentemente vendrían nuevas inversiones. Fue así como decidí vender los otros negocios que tenía y centrarme en uno. Comenzó como un negocio familiar, hoy somos una Sociedad Anónima.
¿Cuáles eran los otros negocios?
Llegué a tener una joyería, una discomóvil, una librería y hasta una miscelánea. Decidí venderlo todo y centrarme en la ferretería.
¿En qué se diferenció su ferretería?
Cuando yo comienzo hice varias diferencias en el servicio ferretero. Recuerdo que antes, cuando la gente llegaba a comprar, tenía que cargar sus productos, así fuesen 10 bolsas de cemento. En ese entonces yo marqué la diferencia, cargándoles los productos a los clientes. Personalmente lo hacía y luego mi personal al verme comenzaron a hacerlo y el cliente llegó a sentir totalmente la diferencia.
Después de un tiempo que comencé a ofrecer ese servicio, las demás ferreterías lo comenzaron a aplicar. Y como ya todo mundo lo estaba haciendo, recuerdo que tenía un camioncito y comencé a entregar los productos sin ningún costo y eso fue una revolución grandísima porque nadie lo hacía. Hice la diferencia y he ido marcando esa diferencia y siempre tengo que hacer algo diferente para ser atractivos. A las 7:00 a.m. ya tenía clientes que me estaban esperando.
Luego fui creciendo, comenzamos a ampliar la línea e hicimos nuevas inversiones. Hoy en día contamos con 238 empleados, cuando iniciamos comprábamos a los importadores o fabricantes locales. Luego, en la medida que fui progresando comencé por cuenta propia a importar, y ya se sumaba servicio más precio y el resultado fue más clientes. Ahora contamos con miles de clientes.
¿De dónde importan?
Hoy en día somos una empresa millonaria. Nosotros importamos todos nuestros productos de fábrica directamente. Traemos de Sudamérica, Asia, toda Centroamérica, luchamos por tener los mejores precios y con todos los agregados que han sido la base de nuestro crecimiento: servicio completo, desde cargarles los productos y llevarlos a su bodega.
¿Se proyectó tener una empresa millonaria?
No había una visión para un crecimiento tan grande, jamás me imaginé crecer tanto. Solo trabajaba y trabajaba, domingo, feriados, día y noche sin pensar en crecimiento. No lo soñé, vino solo. Dios lo puso y los clientes nos hicieron crecer. He luchado en esta empresa, he llorado, he sufrido y he gozado también. Me siento satisfecho.
¿A cuántas ferreterías distribuyen?
Nosotros vendemos a 2,000 ferreterías del país, les vendemos el producto, les damos crédito y garantía. Visitantes y clientes al detalle son incontables. Atendemos a todo el país.
¿Alrededor de cuántos productos ofrecen?
Nosotros tenemos 30,000 ítems. Todos en la vida somos consumidores, cuando uno va a pintar una casa por ejemplo necesitás la pintura, una brocha, la lija y zéner, pero si no tiene una cosa, el cliente se va porque en una ciudad cosmopolita el tiempo y el combustible son muy valiosos, por eso nosotros siempre tratamos de mantener todo lo que el cliente necesita para su hogar, desde un tornillo hasta todo el material para construir una casa. Yo le doy la razón al cliente, por eso hemos adoptado esa filosofía.
Tenemos crédito en Brasil, México, Centroamérica, Europa, Japón, Alemania, Estados Unidos. Ferretería Jenny a nivel mundial es reconocida. Es una bendición la confianza que tienen en nosotros. Nos damos el lujo de detener el crédito que nos ofrecen, gracias a Dios.
¿Por qué Ferretería Jenny no se ha expandido en la venta al detalle?
Nuestro interés principal es la atención a nuestros distribuidores alrededor del país, aunque sí tenemos tres tiendas a nivel de detalle, que son a las que les debemos el haber nacido: carretera a Masaya en el km 9 ½, carretera Norte frente a Portezuelo, y la primera sucursal, ubicada en el barrio Santa Julia en las cercanías del mercado Roberto Huembes.
No obstante, Jenny tiene la capacidad para abrir 40 sucursales en todo el país, pero la labor de al detalle no la puedo manejar, porque no quiero ser injusto y ser juez y parte, llegar a una ciudad y poner una venta al detalle no lo hacemos por fidelidad a nuestros distribuidores. Nosotros les damos el servicio y crédito para que se dediquen a la venta al detalle, no hacemos competencia desleal hacia mis clientes. Y aunque en un futuro cambie y el país lo exija, creo que no lo haría, porque preferiría que me corten la cabeza.
¿Cuánto venden al mes y qué planes tienen para el 2018?
Nosotros vendemos U$2 millones mensuales. Para el 2018, esperamos crecer en un 15% y quizá sea mi último legado porque estoy valorando retirarme y quiero irme con honores.
¿Cuáles son las promociones en celebración al 25 aniversario?
Las promociones que tenemos tanto a los mayoristas como a detalle directo son descuentos del 5 hasta el 50% dependiendo de la línea y el producto.
Hoy sábado tendremos regalías, sorpresas, contaremos con música en vivo con Dimensión Costeña porque queremos celebrar a lo grande estos 25 años. Tendremos varias sorpresas hasta el 30 de octubre.