El salario mínimo de los trabajadores de Nicaragua en la mayoría de rubros de la economía ha tenido un crecimiento de casi un 45% (en promedio) en los últimos cinco años.
Los sectores de la pesca, minas y canteras, industria manufacturera, electricidad y agua, comercio, restaurantes y hoteles, transporte, almacenamiento y comunicaciones, construcción, establecimientos financieros y seguros, servicios comunitarios, sociales y personales y el gobierno central y municipal han experimentado un crecimiento en el salario mínimo de los trabajadores de 45.63%.
Los trabajadores del sector agropecuario han recibido un incremento de más del 47%, del 2013 al 2017, pasando de C$2,566.89 a C$3,773.82. Sin embargo, este grupo tiene la paga mínima más baja del país, según las actas de los acuerdos firmadas por los representantes de los trabajadores y los empresarios, disponibles en el sitio web del Ministerio del Trabajo (Mitrab).
En el caso de los sectores de zonas francas y de la micro y pequeña industria artesanal y turística, el aumento porcentual ha sido de 36% y 42%, respectivamente, en el mismo periodo de 2013 a 2017.
Actualmente, el sector de la construcción y de establecimientos financieros y de seguros tiene el salario mínimo más alto, de C$8,445.44. En 2013, los trabajadores de este sector tenían una paga mínima de C$5,799.15 mensuales.
Exceptuando al sector agropecuario, de la construcción y de establecimientos financieros y de seguros, los otros ocho sectores gozan en la actualidad de una paga mínima en promedio de C$5,451.01, cuando en el 2013 tenían una de C$3,782.42.
Consenso
Ayer se instaló en el Mitrab la mesa negociadora del salario mínimo para este 2018, una reunión a la que los representantes de los empresarios y de los trabajadores se presentaron sin ninguna propuesta del incremento salarial que esperan, pero sin sobresaltos y con la expectativa de que en las próximas sesiones llegarán a un acuerdo en consenso.
Freddy Blandón, asesor del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), señaló que ayer se instaló formalmente la mesa negociadora y se hizo una presentación de los principales datos económicos del país, que les servirá de base para las negociaciones.
Según Blandón, hay unos 300,000 trabajadores que se benefician del salario mínimo.
En tanto, Luis Barbosa, dirigente de la Central Sandinista de Trabajadores (CST), dijo que espera que la negociación del incremento del salario mínimo este año se haga en menor tiempo.
La Ley de Salario Mínimo establece que las negociaciones no podrán durar más de dos meses, a partir de la instalación de la mesa negociadora, y que, si ninguna de las partes se pone de acuerdo en ese periodo, le corresponderá al Gobierno decidir la nueva paga mínima.
“Los antecedentes (de consenso) son positivos. Tenemos rato, años, de estar trabajando en esa dirección y la voluntad de los actores ha sido coincidente y nosotros estamos convencidos de que es la salida que le conviene a Nicaragua en este tema de política salarial”, sostuvo Blandón.
Barbosa dijo que la principal meta, como movimiento sindical, es que la decisión del incremento en el salario mínimo sea de manera consensuada con los empresarios, “para (mantener) la estabilida d del país y que siga viniendo inversión y combatir el desempleo”.
Al ser interrogado sobre si los acuerdos anteriores de la paga mínima, en consenso, han beneficiado a los trabajadores, el dirigente sindical respondió: “Claro. La estabilidad hace que venga inversión, y beneficiamos al que está desempleado, que también para nosotros son compañeros que no han tenido la oportunidad de tener un empleo para salir adelante con su familia”.
Por su parte, José Antonio Zepeda, secretario general de la Asociación Nacional de Educadores de Nicaragua (Anden), aseveró que analizarán los datos económicos del país que les brindó un funcionario del Gobierno, en la sesión de ayer. Dijo que los puntos de referencia para calcular el salario mínimo son las estimaciones del crecimiento económico y la inflación del país en el 2017.
Sindicatos aceptarían una negociación multianual
Para Luis Barbosa, los sindicatos aceptarían negociar con los empresarios que la negociación del salario mínimo se haga de forma multianual.
Actualmente, solo los empresarios y trabajadores del sector de zonas francas tienen un acuerdo multianual firmado el año pasado, que consiste en un incremento salarial anualmente de 8%, por cinco años.
El aumento en la paga mínima de los trabajadores de zonas francas se efectúa automáticamente en enero de cada año, iniciando este 2018, sin entrar a ninguna pugna. Eso, según los empresarios, ha conllevado a una estabilidad de los empleos y la inversión en el país.
“Nosotros la aceptamos (la propuesta de que los demás sectores económicos pongan en práctica un acuerdo multianual), pero necesitaríamos que firmen que el 100% de los trabajadores van a estar asegurados. Es decir, hablamos de la formalización del empleo”, expresó Barbosa.
Según el líder sindical, de eso depende que den paso a usar esa metodología, porque actualmente “ninguno de los empresarios tiene el 100% de los trabajadores asegurados”.
Por su parte, Zepeda dijo que no tienen ningún problema sobre esa propuesta y que están abiertos a la discusión, pero se tienen que sentar con los empresarios.
El asesor del Cosep, Freddy Blandón, subrayó que la negociación del salario mínimo de forma multianual “es un elemento de análisis”, porque hay que tomar en cuenta que, tanto los trabajadores del sector de zona franca, “que es una mano de obra intensiva relevante”, como los inversionistas de ese sector han tomado esa decisión.
“Hay que analizarla porque evidentemente está dando buenos resultados en ese sector. La diferencia es que el salario mínimo que se está negociando es para el resto de los sectores, entonces habría que ver cómo efectivamente la dinámica, las propuestas y la voluntad apuntan a tomar medidas que nos ayuden a terminar de fortalecer nuestra economía”, subrayó Blandón.