Actualmente, en Nicaragua se está desarrollando una nueva técnica de detección de lesiones en el cérvix ocasionadas por el Virus de Papiloma Humano (VPH), aseguró la doctora María Lastenia Rivas, especialista en patología del Hospital Militar Escuela Alejandro Dávila Bolaños.
Hasta hace tres años solo se contaba con pruebas de citología convencional, obtenidas mediante un examen de papanicolau, que dificulta un poco más el análisis de las muestras. Desde hace dos años se ha desarrollado la técnica de la citología líquida, que permite detectar a las pacientes afectadas con más precisión y en menos tiempo, afirmó la doctora.
“Es mucho más efectiva, permite ver más claramente las células, hacer una identificación más precisa de las lesiones y permite evitar recitar a las pacientes, porque permite hacer nuevas muestras en la misma toma que se le hizo a la paciente”, explicó.
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La citología líquida consiste en la extracción de la muestra del cérvix por medio del papanicolau utilizando un cepillo suave, y no un espéculo, como se realizaba anteriormente, señaló Rivas.
“Son más fáciles con el cepillo que trae las puntitas hacia adentro, de tal manera que entra a la unión aunque sean personas con cuello cerrado y son menos dolorosas. La espátula es más tosca y, si la paciente tiene un cérvix muy seco, entonces eso las va a lesionar”, destacó.
A diferencia de las pruebas anteriores, donde la muestra viene extendida sobre una lámina, en la nueva metodología se pone la muestra en un líquido que la limpia de células inflamatorias y otros agentes, como semen o sangre, que algunas veces se colocan encima de las células tumorales y no permiten que el analista las detecte, explicó la patóloga.
“Eso opaca la célula y nos impide ver adecuadamente, entonces eso genera falsos positivos o negativos que son reducidos en este tipo de procedimientos”, señaló Rivas.
En los casos en el que los patólogos necesitan repetir la prueba, esta puede ser tomada de la misma muestra líquida, sin necesidad de volver a citar a la paciente, con lo que se reduce el tiempo esperado para obtener el resultado.
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“En cambio, con el convencional no se logra ver, tiene que repetirlo. Ya generaste como un mes para el resultado y un mes decirle que tiene que regresar, entonces ya eliminás el factor tiempo en el paciente, no tenés que volverlo a citar, ni maltratarla, ni repetirle la muestra”, agregó la especialista.
El análisis de una citología convencional puede durar hasta diez minutos, mientras que en la líquida, los patólogos se demoran entre tres y cinco minutos, precisó Rivas.
Hasta el momento, los costos han impedido que la técnica pueda ser más accesible al público en general. Mientras que un procedimiento convencional puede costar entre C$200 y C$300 córdobas, la citología líquida puede costar unos U$20.
Más tipos
El VPH número 62 es el serotipo de bajo riesgo más común entre las pacientes nicaragüenses; mientras que los de alto riesgo más frecuentes son el 51, 16, 31 y 66, de acuerdo con estadísticas del hospital Militar, en donde se analizan unas 150 muestras cada día.
La ginecooncóloga Christian Corea, del hospital Militar, indicó que este análisis permite también detectar tipos de VPH de alto riesgo que antes no eran muy comunes, entre ellos el 56, 61, 31 y 66.
“Estamos detectando virus de alto riesgo que antes no se presentaban con tanta frecuencia, porque los más comunes son 16 y 18, tal vez porque los equipos no detectaban esos virus. Entonces es importante porque vamos a hacer un seguimiento más temprano a las pacientes”, declaró Corea.
La especialista considera que este es un estudio “más sensible”, que permite detectar más cantidad de pacientes oportunamente y prevenir el cáncer cervicouterino.
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No obstante, aunque ahora las técnicas se han diversificado y se captan más pacientes, la especialista afirmó que es necesario que todas las mujeres se realicen el papanicolau también con la citología convencional cada año.
“Esta no sustituye a la convencional, porque sigue siendo una detección temprana, sigue siendo un método utilizado para hacer diagnóstico precoz. No es sustituible, porque siempre hace una detección. Se hace con cualquiera de los métodos”, precisó.
Recomendaciones
La principal recomendación para prevenir la enfermedad causada por el Virus de Papiloma Humano (VPH) es evitar el inicio de la vida sexual activa en etapas tempranas de la adolescencia, agregó la ginecooncóloga Christian Corea.
“Ahora los adolescentes inician la vida sexual muy tempranamente, entonces esto aumenta el riesgo de que tengamos ahora virus de alto riesgo oncogénico que antes no se detectaban. Para mí eso es muy importante, hay que hacer mucho énfasis en la población joven”, aseguró la especialista.
Actualmente se ha detectado que los jóvenes tienen relaciones sexuales desde los 13 o 14 años y esto los predispone a tener un número mayor de parejas. El primer contacto debería ser postergado al menos hasta los 18 años, porque antes de esta etapa el cuerpo sufre cambios hormonales a nivel hormonal, explica Corea.
Esto a su vez influye en la aparición de tipos del virus que son más agresivos en mujeres jóvenes, especialmente entre las edades de 18 y 22 años, indicó la patóloga Haydée González.
“Se ha detectado mucho entre 18 y 22 años, en general que ya tengan lesión”, indicó.
No obstante, la incidencia del cáncer desencadenado a partir del VPH afecta apenas a un 1% de la población si solo tiene virus, pero esta probabilidad incrementa si además está relacionado con otros factores de riesgo, como el tabaquismo, otras enfermedades inmunodepresoras y tener relaciones sexuales sin preservativo.
El VPH afecta hasta el 90% de la población sexualmente activa, los hombres son portadores asintomáticos, pero las mujeres pueden desarrollar lesiones a nivel del cérvix y, en el caso de los tipos más agresivos, provocar cáncer de cuello cervicouterino, agregó.
Aunque el Ministerio de Salud (Minsa) no registra el total de mujeres afectadas por el VPH a nivel nacional, de acuerdo con el Mapa de Padecimientos de dicha institución, el año pasado se reportó a 244 mujeres fallecidas por el tumor maligno del cuello del útero.