En los sitios más turísticos de Japón es común encontrarse con mujeres, hombres y niños vestidos de kimono. Si bien una buena parte de estas personas son japonesas, también hay una gran cantidad de turistas que los utilizan.
Masatoshi Watanabe, un guía turístico radicado en Tokio, asegura que la mayoría de mujeres vestidas de kimono que se pasean por las calles de Kioto o por los barrios más antiguos de Tokio, son turistas chinas, taiwanesas y coreanas. “Puedo reconocer a las que no son japonesas, por su forma de caminar, por el color de su piel y por algunos rasgos físicos”, comenta.
Chen Xiao, de 36 años, una turista de China que se encontraba en Kioto con sus tres hijas y tres amigas, comentó: “es nuestra primera vez en Japón y quisimos vestirnos así porque nos gustan los colores y la vistosidad de los kimonos”. Ellas alquilaron cada kimono por el equivalente de US$70 al día, un precio que también incluía el peinado.
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Los precios diarios de alquiler de kimonos oscilan entre US$30 y US$100 dólares, dependiendo de la calidad de los trajes o de los servicios adicionales que incluyan, como peinado, maquillaje o sesiones de fotos.
De hecho, la razón principal por la que muchos japoneses y extranjeros visten kimonos es para tomarse fotografías frente a paisajes vistosos y templos tradicionales.
Asuka Takayama vive en Kioto y ofrece el servicio de alquiler de kimonos más una sesión fotográfica a US$200. “La mayoría de mis clientes vienen de otras ciudades de Japón, Taiwán, Corea y Estados Unidos”, cuenta después de fotografiar a un par de jóvenes japonesas de 15 y 17 años.