Hace unos días, la cantautora nicaragüense Cheshia Ubau, compartió en su cuenta de Facebook que en estos momentos difíciles que atraviesa el país, desde abril, la salud mental de muchas personas está susceptible. Ubau es estudiante de Sicología en la Universidad Centroamericana y se ofreció a escuchar a las personas que necesiten expresar su sentir como una manera de contribuir a la sociedad.
¿Qué situaciones puede vivir una persona en tiempos donde hay muertes, amenazas, asedio? ¿ansiedad, depresión, miedo?
Las situaciones donde peligran nuestra vida, integridad y seguridad física y emocional son momentos de mucha zozobra y tensión. Todos estos sentimientos, que son válidos, tienen serias repercusiones en nuestro diario vivir. La violencia política es un evento cuyo impacto emocional es el trastorno de estrés postraumático, pues al igual que los desastres naturales, el abuso sexual o accidentes es un suceso traumático. El trastorno de estrés postraumático es un conjunto de secuelas físicas y emocionales, entre ellas la ansiedad, la depresión, el insomnio, el desánimo, terrores nocturnos o pesadillas, sentimientos de culpa, tristeza, flashbacks o la sensación de que se está viviendo el peligro nuevamente.
¿Qué síntomas experimenta la persona ansiosa o depresiva?
La depresión y la ansiedad son consecuencias de estar en constante exposición a la zozobra y la tensión. Son condiciones de vida tratables con la ayuda de profesionales de la salud mental, por ende, solo se puede determinar si se tiene ansiedad o depresión por medio de un diagnóstico clínico. Entre los síntomas de la ansiedad está la sensación de que se está constantemente en peligro, dificultades para respirar, presión en el pecho, taquicardia, temblores en el cuerpo o extremidades, tensión muscular, sudoración, entre otros.
Por otro lado, la depresión se caracteriza por llevar consigo el cansancio, dificultad para disfrutar de las cosas que se solían hacer con gusto, dificultad para dormir o exceso de sueño, baja autoestima y un autoconcepto tergiversado, en algunos casos severos puede estar acompañada de deseos autodestructivos, cambios en la dinámica de alimentación (comer demasiado o no comer).
Muchas veces, dentro del contexto de la violencia política, las guerras o conflictos bélicos no se vive la depresión durante, sino después de estos eventos. ¿Por qué? Porque suele pasar que mientras se vive en medio del caos, el único objetivo es sobrevivir ante este, por ende, todas las energías físicas y mentales giran en torno a preservar la vida. Cuando termina una guerra es cuando puede aparecer la depresión, porque la persona de repente se encuentra en otro ambiente, donde física y mentalmente está agotada y la única meta que tenía, aunque sea difícil de creer para sí, realmente la ha alcanzado y entonces surge la pregunta: ¿y ahora?
¿Cómo se puede hacer para mantener una salud mental en balance?
Es muy difícil mantener la estabilidad emocional en una situación como la que está viviendo Nicaragua, hay muchos duelos a flor de piel y duelos que se han revivido, como los del 79. Duelos de pérdidas humanas, duelos migratorios, el duelo por sentir a su ideal, su cosmovisión traicionada, duelos no trabajados en el tiempo de la revolución sandinista y que ahora han revivido. Pero parte de una Nicaragua diferente, de una verdadera revolución es abrirse y hablar de todo aquello que nos ofusca.
El simple hecho de decir verbalmente: “hoy no me siento bien”, es un aporte a la estabilidad emocional y luchar por ese balance.
Hablar, como escribir, son actividades terapéuticas excelentes para liberar lo que se lleva dentro.
¿Alguna técnica que quieras compartir para lograr estabilizarnos mentalmente?
Un buen ejercicio es llevar un diario de sentimientos, cada día escribir, sin temor a nada, cómo transcurrió para sí, ese día. ¿Qué fue lo más impactante, dentro de lo positivo y lo negativo? Y sobre todo, agradecer que ha pasado un día más.
No está demás mencionar lo excelente que es realizar ejercicios de respiración. Hay uno muy bueno llamado 478. Es un ejercicio para la relajación muscular, la ansiedad y para lograr conciliar el sueño-
Consiste en inhalar el aire durante cuatro segundos, retenerlo durante siete y exhalarlos durante ocho, repetidas veces hasta sentir cómo los músculos van relajándose.
Con la mente concentrada en el sonido que realizamos al inhalar y exhalar.
Otro ejercicio muy bueno es tener un cronograma de actividades. Si bien es cierto salir a las calles de peligroso, pero hay muchas cosas que se pueden hacer dentro de casa. Se puede establecer un cronograma diario de actividades como pintar, escribir, arreglar el cuarto o la casa, hacer ejercicio físico y ejercicios mentales (crucigramas, sopas de letras, laberintos, etc.)
¿Es recomendable desconectarse de las redes, noticias…?
Desconectar al menos dos horas diarias de las redes sociales y noticias es fundamental. Tanto el cerebro como el cuerpo se agotan y se cargan energéticamente de mucha más tensión.
Ahora hay un punto clave respecto a esto, y es la culpa.
Muchas personas pueden sentir culpa de no ver noticias o de no estar informadas con respecto a lo que sucede. Culpa de no poder dar más o hacer más cosas por el país.
Y esa culpa agota, carcome y tortura.
Quiero compartir un consejo que me dio mi mamá, porque precisamente yo me estaba sintiendo así. Ella me dijo: “cada quien tiene su papel en la revolución. Algunos están detrás de las barricadas, otros llevando víveres, otras en el diálogo, otros comunicando e informando y a otros les llegará el momento de tener presencia en la reconstrucción del país.
Todos tenemos un rol y resguardarnos por conservar nuestra vida no es un pecado, al contrario, amar la vida y luchar por nuestro bienestar tanto individual como colectivo es un verdadero acto revolucionario”.