Los veteranos de la Infantería aerotransportada de Rusia se bañan hoy en las fuentes de Moscú y otras ciudades del país para celebrar el 88º aniversario de la fundación de ese cuerpo de élite.
Como cada 2 de agosto, decenas de miles de paracaidistas salieron a las calles para festejar su fiesta profesional, un evento no exento de polémica debido a incidentes relacionados con el excesivo consumo de bebidas alcohólicas.
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Aunque desde hace años son vigilados estrechamente por la policía, los "boinas azules" no dejan de protagonizar algún que otro altercado.
Esta vez, para prevenir incidentes, han cerrado los museos, tiendas y bares en todo el territorio del parque Gorki de Moscú, uno de los principales escenarios en los que se congregan tradicionalmente los paracaidistas.
Al mismo tiempo, algunos veteranos han comenzado a acudir a las celebraciones del 2 de agosto con sus familiares para limpiar la imagen que ha adquirido el día.
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En vísperas de la fiesta, se ha registrado un aumento en las ventas del uniforme tradicional de los paracaidistas rusos, compuesto por una camiseta de rayas horizontales blancas y azules y una boina azul.
Además, crece la popularidad de la bandera de las fuerzas aerotransportadas, en la que se ve un paracaídas abierto sobre un fondo azul y verde, y que los participantes en las celebraciones pasean allá donde vayan.
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"Cada paracaidista celebra este día con su uniforme, pero sus familiares y amigos también quieren participar en la fiesta. El interés en los artículos temáticos se dispara, probablemente, por eso", explica la web de anuncios Avito.