La incidencia del narcotráfico, el crimen organizado y las guerras en Centroamérica tiene un costo que va más allá de las víctimas mortales y la disminución de la economía de sus países, pues dichas situaciones conducen a la población a estados mentales que limitan sus actividades cotidianas e incluso, generan patologías que pueden ser mortales.
Especialistas que participaron en el XXIX Congreso Centroamericano y del Caribe de Psiquiatría y en el VIII Congreso Nicaragüense de Psiquiatría, coincidieron en que al estar sometidas directa o indirectamente a eventos de violencia, las personas sufren alteraciones a nivel mental y físico, pero en la mayoría de los casos no están conscientes de ello.
Para el doctor Rolando López, psiquiatra hondureño, al ser la violencia el factor común del narcotráfico, el crimen organizado y las guerras, la población cambia sus rutinas de trabajo y recreación para proteger su integridad, pero a la vez tiende a tener actitudes violentas y a ver este problema como algo normal.
Centroamérica es considerada un corredor de la droga que se produce en el sur de América y es enviada al norte.
Cifras oficiales indican que desde Guatemala hasta Costa Rica hay más de 40 millones de habitantes.
Adaptación
“Como región pagamos el precio de volvernos menos humanos y más virtuales, (porque) cada vez somos más fríos, cada vez somos más alejados, esos lazos de hermandad con los que crecimos son cada vez más frágiles”, aseguró López.
“Otra de las cosas que venimos pagando es la desensibilización, cada vez nos asustan menos cosas, ya en mi país que haya una muerte no es digno de salir en el periódico, para que salga en un periódico tiene que haber una masacre y no una masacre de tres o cinco personas, sino de 10 o 20”, añadió.
El doctor Roberto Aguilar, psiquiatra nicaragüense y exdirector de Salud Mental en el Ministerio de Salud, apuntó que en la medida que hay más inseguridad ciudadana en un país, la población vive bajo mayor tensión, porque constantemente está pensando en los peligros a los que está expuesta.
“Cuando la integridad física se encuentra amenazada, se generan cambios vasculares, hormonales, es decir en todo nuestro sistema psiconeuro-endocrino, que es nuestro sistema general de adaptación”: Doctor Roberto Aguilar, psiquiatra.
En ese sentido, Aguilar mencionó que cualquier acción (gubernamental o comunitaria) que se haga para mejorar el bienestar de las personas también mejora el estado de su salud mental. Y es que, explicó, el hecho de no tener una enfermedad no quiere decir que se tenga una buena salud.
Padecimiento mortal
López coincidió en que junto al cambio de hábitos y percepción de la violencia, está el sufrimiento de estrés, el cual al sobrepasar la capacidad de respuesta que tiene cada persona, puede desencadenar episodios de depresión y ansiedad, así como ataques del corazón, infartos cerebrales, altos niveles de glucosa en la sangre, hipertensión arterial y diabetes mellitus.
“O sea, el estrés literalmente nos está matando (porque) si agrupamos todas estas enfermedades miramos que el estrés es el factor común de todas ellas, entonces el estrés es la principal causa de muerte en nuestra región”, subrayó.
La doctora Clara Sánchez, psiquiatra nicaragüense, explicó que ante episodios de estrés que sobrepasan la capacidad de respuesta de cada persona, la dinámica química del cerebro cambia, de tal forma que aparece una sustancia llamada cortisol, que provoca afectaciones a nivel patológico.
“Entonces una persona que está recibiendo el impacto de un ambiente negativo, en cualquier ámbito de su vida se va a encontrar en una situación de mayor vulnerabilidad”, dijo.
En tanto, el doctor Julio Porras, psiquiatra guatemalteco, refirió que cuando las personas se enfrentan a fenómenos políticos y sociales de grandes dimensiones, tienden a sufrir frustración porque siente que no tienen capacidad de incidir para cambiarlos.
“Entonces un mecanismo de defensa es evadir aquello que nos produce dolor y frustración”, afirmó.
Alcohol
Además, agregó que cuando no tienen la satisfacción de solucionar los problemas que los rodean, los seres humanos buscan un refugio en la adicción al alcohol o las drogas.
- Los congresos de psiquiatría en el que participaron especialistas de toda la región comenzaron el pasado miércoles en la capital y concluyen hoy.
¿Cómo sobrevivir entre las adversidades?
Recomendaciones • Los especialistas señalaron que es fundamental que los gobiernos procuren el mejor ambiente para conservar la salud mental de la población, pero también que este bienestar está determinado por acciones individuales y comunitarias.
“La combinación de voluntades y de acciones es lo que eventualmente podría ayudar, seguir haciendo bien lo que yo puedo hacer en lo individual y estar más dispuesto a participar y a hacer equipo con los demás para tener un impacto en conjunto”, opinó el doctor Julio Porras, psiquiatra guatemalteco.
Sin embargo, el doctor Roberto Aguilar, psiquiatra nicaragüense, advirtió que el tipo de respuesta depende en gran medida de la familia y del entorno social, ya que para proteger su integridad física pueden optar por acoplarse al sistema de donde viene la amenaza o luchar contra este.
A juicio de la doctora Alexandra Hichez, de República Dominicana, no basta con la intención de la población, sino que deben haber políticas sociales dirigidas a identificar las condiciones de vulnerabilidad de la población y a fortalecer su capacidad de respuesta.
“Debe ser un tema público, una prioridad nacional en cada país”, enfatizó.
Por su parte, la doctora Clara Sánchez, psiquiatra nicaragüense, refirió que debe promoverse la resiliencia, que definió como la capacidad de preservar la integridad en situaciones adversas, a través de programas sociales que fortalezcan el desarrollo de las personas.
Señaló que la prioridad deben ser los niños y jóvenes y que un entorno idóneo para hacerlo son las escuelas.