Un total de 22 años y nueve meses, que equivalen a un poco más de 8,300 días, deberá descontar en la cárcel Jaime Navarrete Blandón, a quien una jueza de Managua declaró culpable de matar a Ariel Ignacio Vivas, un trabajador que murió bajo el fuego de las balas el 12 de junio cuando derribaba tranques con la Policía en los barrios orientales.
En la sentencia condenatoria dictada por la jueza Tercero Distrito Penal de Juicio de Managua, Rosario Peralta, se le impuso a Jaime Navarrete Blandón 22 años de prisión por asesinato y nueve meses más por portación ilegal de armas.
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Por el ilícito de portación ilegal de armas la judicial también condenó a Jaime Navarrete al pago de una multa de C$3,003.50, los que deberá depositar a favor del Sistema Penitenciario Nacional (SPN) en un plazo de 30 días, una vez que quede firme la sentencia.
Defensa reclama
El abogado Róger Alvarado, quien ejerce la defensa de Jaime Navarrete Blandón, hizo público su reclamo porque en una cédula judicial le comunicaron que la lectura de la sentencia condenatoria sería el lunes 15 de octubre, a las 9:50 a.m., en la sala 24 del Complejo Judicial Central Managua.
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Sin embargo, en esa fecha la audiencia de lectura de sentencia no se realizó, sino que se celebró hasta tres días después (el 18 de octubre) a las 9:55 a.m. en la sala 20 del referido recinto judicial, señaló Alvarado.
Los hechos
Según la acusación de la Fiscalía, el 12 de junio en el barrio Villa Libertad de Managua, fuerzas combinadas de policías antimotines y parapolicías se dieron a la tarea de botar tranques levantados por manifestantes opositores y en ese contexto, Jaime Navarrete mató de un impacto de bala detrás de la oreja a Ariel Ignacio Vivas, quien era empleado de la Alcaldía de Managua.
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En la acusación también se asegura que Jaime Navarrete Blandón disparó a corta distancia contra Ariel Ignacio Vivas, quien siendo habitante del barrio La Fuente, andaba quitando barricadas en el barrio Santa Rosa.
El abogado Róger Alvarado realizó el juicio bajo protesta, porque presuntamente le fue negado el derecho a realizar una audiencia preparatoria y porque Jaime Navarrete no fue examinado por un siquiatra forense a como él lo solicitó desde el 9 de agosto del año en curso, cuando se efectuó la audiencia inicial.
“Ese peritaje (examen) siquiátrico me era fundamental para demostrar que mi representado (Jaime Navarrete) tiene una capacidad cognoscitiva de un niño de 12 años”, sostiene el abogado Alvarado.