Gol azteca. En el minuto 87, decide a favor del Real Madrid el tenso duelo con el Atlético y asegura el boleto para semifinales. Por fin, el inmenso arquero Oblak fue perforado. El Atlético quedó con 10 hombres en la recta final, al salir Arda, pero el Real mereció la victoria. También avanzó el Juventus empatando 0-0 con el Mónaco.
etm@doble-play.com
Quizás Hernán Cortés actualizado, desde la cima de la Pirámide del Sol en Tenochtitlán, hubiese ovacionado a Javier “Chicharito” Hernández, viéndolo conquistar España con ese gol que despejó de un zapatazo, todas las incógnitas que rodeaban el desenlace de la batalla con el siempre difícil, combativo y perseverante Atlético de Simeone, reducido drásticamente en su gestión ofensiva.
Ese gol en el minuto 87, culminando con certero derechazo una entrega rasante de Cristiano quien realizó estupenda combinación con James, selló la victoria 1-0 y metió al equipo de la realeza a su quinta semifinal consecutiva, después de aquella larga ausencia en esta etapa por seis Champions, una mala racha cortada por José Mourinho.
UN EFECTIVO PLAN “B”
Obligado a jugar con dos hombres arriba apoyados por el incansable y efectivo James Rodríguez, el Real Madrid, que necesitó colocar a Sergio Ramos en el lugar de Luka Modric en una maniobra atrevida, supo colocar a un lado las ausencias de hombres tan importantes como Bale, Benzema, Modric y Marcelo, y proponer un juego ágil, con buen manejo del balón, oportuno en la recuperación y consistente ejerciendo presión.
El Real mostró de entrada su pretensión de golpear lo más pronto posible, garantizando orden, claridad e insistencia. Obviamente desde antes del silbato, el equipo de Ancelotti no quería ningún empate con goles que lo eliminaba, ni siquiera el 0-0 que alargaba el partido a tiempo extra.
Para poder mantener atormentada a la poblada defensa del Atlético jefeada por Godín, era necesario que apareciera “Chicharito” como factor de incidencia. Y el joven ariete mexicano, respondió a las exigencias del juego viéndose involucrado en la mayoría de las gestiones cargadas de peligro, siendo frenado dos veces por el accionar casi computarizado de Oblak, ese arquero traído desde el futuro, que también frustró a Cristiano, a James, a Kross desde lejos, y neutralizó toda amenaza que tomó forma, hasta la definición del azteca, rematando de cajón con el portón abierto, haciendo caer los muros de Jericó.
LA BRAVURA A PRUEBA
Con un hombre menos desde el minuto 75 por la expulsión de Arda, consecuencia de una segunda amarilla, el Atlético, replegado desde el propio inicio, apostando a la posibilidad de construir algún contragolpe, siguió fajándose atrás con esa bravura espartana pretendiendo sostener ese 0-0 que alargaría el suspenso y quizás llevaría la definición a los penales. No fue posible. El Real estaba siempre encima, buscando como fabricar espacios, filtrar pelotas y conseguir posiciones de tiro. Un fuerte asedio que finalmente, estableció la diferencia deseada.
Merecido el triunfo del Real. Jugó mejor a lo largo de todo el trayecto, supo sujetar las escasas intenciones de agresión del Atlético, se adueñó de la pelota y mantuvo a Oblak saltando de un trapecio a otro, como un acróbata. ¿Cómo era posible que durante casi dos juegos seguidos, esa defensa y ese arquero milagroso, mantuvieran a raya el ataque merengue? En el minuto 87, cuando la prórroga parecía inevitable, “Chicharito” asestó la estocada. De pronto, en el cielo de Madrid, se vio un águila en un nopal, devorando una serpiente, como la señal en el lago de Texcoco. Así, ganó el Madrid.
AVANZÓ EL JUVENTUS
En tanto, en el Estadio “Louis II” de Mónaco, el Juventus italiano, que había triunfado 1-0 en Turín durante la primera batalla, con un penal ejecutado por el chileno Vidal, registró un empate sin brillo 0-0 con el equipo local, consiguiendo su primera presencia en semifinales después de 12 años de ausencia, en espera de quien le salga en el sorteo del viernes, entre el Real Madrid, el Bayern y el Barcelona, todos pesos pesados.
Con excepción del disparo de tiro libre de Andrea Pirlo devuelto por la cruceta, no hay mucho que recordar en lo referente a agresividad. Jugando a la italiana en busca de la seguridad como es natural, el Juventus de Tevez, Morata, Marchisio, Vidal, Pirlo, Chiellini, Barzagli y Buffon, salió satisfecho con ese 0-0 desprovisto de emoción, pero lo necesariamente útil.